Los libros apócrifos en la biblia católica, son:
1.Tobías
2.Judit
3.Sabiduría
4.Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5.Baruc
6.1ra Macabeos
7.2da Macabeos
Podemos entonces afirmar que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
Notas importantes sobre los libros apócrifos
A)No formaron parte nunca del canon judío. Pablo afirma que los judíos fueron los depositarios de la Revelación (Romanos 3:2) y el suyo es, por tanto, el canon válido. No existe ni un solo ejemplar del Antiguo Testamento editado en hebreo que contenga los apócrifos.
B)Los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el Nuevo Testamento, tal como se puede evidenciar al leerlo. Según lo reconoce el Diccionario de la Biblia de Herder (Diccionario católico, artículo: Canon del A.T., p. 269)
C)Josefo, el gran historiador judío, testifica que los apócrifos no se hallaban en el canon judío.
D)Filón, el gran filósofo judío de Alejandría y la comunidad judía alejandrina de habla griega (que solía usar la versión de los Setenta) no consideraron, ni usaron jamás, los apócrifos como Sagrada Escritura.
E)No encontramos los apócrifos en ningún catálogo de libros canónicos reconocidos por la Iglesia en sus primeros cuatro siglos de existencia.
F)Los más ilustres Padres de la Iglesia rechazaron categóricamente los apócrifos: Melitón, Atanasio, Jerónimo, Cirilo, Rufino.
G)La versión de los Setenta fue una edición compuesta por motivos culturales, no religiosos. Tolomeo II Filadelfo quería reunir en la famosa biblioteca de Alejandría la sabiduría de todo el mundo antiguo y mandó ordenar la traducción al griego de todos los libros existentes en hebreo o escritos por los hebreos, de modo que pudiera disponer de todo el acervo cultural judío. Fue traducido todo este material por judíos alejandrinos alrededor del año 280 a.C.
H)Los mismos libros apócrifos delatan no ser de inspiración divina. Por ejemplo, los libros de los Macabeos, que tienen un cierto e indudable interés y aun en ocasiones un evidente valor histórico, renuncian a toda pretensión de inspiración (2 Macabeos 15:39).
I)Los apócrifos enseñan doctrinas contrarias a otras enseñanzas bíblicas (Sabiduría 10:1-4 compárese con Génesis 6:5-7); dejan sentir la influencia pagana sobre sus autores, pues toleran la salvación por obras, los encantamientos mágicos, las oraciones por los muertos, etc.
J)Casi todos los apócrifos fueron escritos mucho después de que se hubiera cerrado el tiempo del canon del Antiguo Testamento, que duró hasta Malaquías. Sus autores no pueden ser profetas, ni tener el oficio profético, ni ser, por tanto, inspirados. 1 Macabeos 3:46-49 demuestra que Israel, después de Malaquías, se regía por el Libro de la ley, y en 1 Macabeos 9:27 se confiesa claramente que Israel vivía en una época “desde el tiempo en que no había entre ellos profetas”.
K)Las Iglesias Evangélicas, al rechazar la apócrifa, siguen fieles a la norma que rigió la historia de Israel y la Iglesia Primitiva.
L)Una edición completa de la apócrifa admitida por la Iglesia romana se puede encontrar en cualquier versión de la Biblia católica romana. La versión católica Nácar-Colunga, tiene cuidado en deslindar y advertir cuándo comienza y acaba el texto, y expresa: “deuterocanónico” en oposición al canónico.
M)Uno de los manuscritos más antiguos del Antiguo y Nuevo Testamento, según la opinión de muchos eruditos, uno de los más valiosos, es el CÓDICE VATICANO o Código Vaticano, escrito probablemente en Egipto a mediados del siglo IV. Este manuscrito, que se guarda en la Biblioteca Vaticana (como mínimo desde 1481), es de extraordinaria perfección, escrito en caracteres unciales y por una sola mano. Tiene una altura y anchura de 27 cm. y cuenta con 759 hojas, de ellas 617 para el Antiguo Testamento y 142 para el Nuevo. Lo notable es que en él jamás han figurado los libros de los Macabeos.
Espero que hayan disfrutado esta enseñanza sobre los apócrifos.-
Dios les bendiga rica y poderosamente
Pastor Douglas Camarillo
Impartir la palabra de Dios, educar, informar, aclarar dudas, y crear foros de conversación que edifiquen nuestras vidas y cambien nuestros matrimonios, maduren nuestro carácter, etc., es la escencia de este blog. Bienvenidos…
27 de abril de 2011
El Canon en la Iglesia Católica
Antes de comenzar este tópico se hace necesario conocer el concepto de Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, por cuanto a estos libros la Iglesia católica los reconoce como validos e inspirados por Dios.
Con este término, Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, se designaron los libros no destinados al uso general de las masas, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la mayoría de la época, o porque se pensaba que contenían errores y herejías. El empleo de la palabra Libros apócrifos, dentro del cristianismo “Protestante”, solamente denota que estos libros no son canónicos ni inspirados por Dios, concepto que se remonta a Jerónimo y su vulgata latina.
La palabra apócrifo viene del latín “apocryphus”, y significa, Oculto, fabuloso, supuesto o fingido. Dicho de un libro “atribuido a un autor sagrado” que no está aceptado por la Iglesia. La palabra deuterocanónico, está formada por dos palabras: deutero, que significa: elemento prefijal que entra en la formación de palabras con el significado de: segundo; y canónico, que sabemos que significa vara de medir. Entonces deuterocanónicos significa: segundo canon.
Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte del canon de la Iglesia de Cristo. Cirilo de Jerusalén (381 dC) y Jerónimo (420 dC) fueron más explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo Testamento podían leerse para la edificación, pero no para confirmar la autoridad de los dogmas de la iglesia. Jerónimo los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la Biblia (la Vulgata), La cual le ordenó hacer el papa Dámaso 1ro, pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon hebreo.
En el siglo XVI Martín Lutero y otros reformadores emplearon el Antiguo Testamento hebreo, que no contenía los apócrifos. Conocían los puntos de vista de Jerónimo y de Cirilo de Jerusalén, y se alejaron de ciertas doctrinas “Tradiciones” y dogmas en que la iglesia de Roma basó el uso de los apócrifos, por ejemplo: En 2da Macabeos 12:1, ellos oran por las almas de los muertos; esto apoya la idea o concepto católico del purgatorio y contradice directamente la justificación por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, al reconocerlo como Señor y salvador de nuestras vidas, tal y como se explica en Romanos 10:9-10. Otro punto importante en destacar se encuentra en el apócrifo libro de Tobías 12:12, donde el ángel Rafael presenta las oraciones de Tobías y de Sara, a Dios. Este es un claro ejemplo de oración a una deidad, ángel, santo, virgen, estatua, etc., para que interceda por ellos ante el Señor, en lugar de orar directamente a Dios Padre tal como se explica en Mateo 6:6-13, y como se nos ha sido dado el derecho de ser llamados hijos de Dios en Juan 1:10-12.
En su versión alemana del Antiguo Testamento (1534), Martin Lutero juntó los apócrifos, dispersos a través de la Vulgata Latina, en una sola sección. Los colocó después del Antiguo Testamento y los encabezó con las siguientes palabras: Apócrifos: Libros que no son tenidos por iguales a la Sagrada Escritura, pero cuya lectura es útil y buena. Otras traducciones a las lenguas españolas, siguieron el ejemplo de Lutero. La primera de ellas, la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (1569). Frente a esta tendencia la iglesia de Roma decretó, en el Concilio de Trento (1546), que quienes no reconocieran como sagrados todos los libros de la Vulgata latina, estaban anatematizados y eran herejes dignos de pasar por la inquisición.
El canon católico contiene siete libros apócrifos, y algunas muy importantes variantes, omisiones y/o adiciones, en los libros de Ester y Daniel; aun cuando en la Vulgata Latina de Jerónimo, se incluían quince libros apócrifos, con la explicación que ya expresamos:
1.Primer libro de Esdras
2.Segundo libro de Esdras
3.Tobías
4.Judit
5.El libro de la Sabiduría
6.Eclesiástico o Sabiduría de Jesús (No confundir con Eclesiastés)
7.El hijo de Sirac
8.Baruc
9.La carta de Jeremías
10.La oración de Azarís y el cántico de los tres jóvenes
11.Susana
12.Bel y el dragón
13.La oración de Manasés
14.Primer libro de los Macabeos
15.Segundo libro de los Macabeos
De ésta lista de quince libros, solo tomaron siete que confirmaban y/o sostenían sus dogmas y tradiciones según el Concilio de Trento en 1546 dC. Los libros de Susana y el de Bel y el dragón, los adicionaron como los capítulos 13 y 14 en el libro de Daniel.
Libros apócrifos incluidos en la Biblia Católica:
1.Tobías
2.Judit
3.Sabiduría
4.Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5.Baruc
6.1ra Macabeos
7.2da Macabeos
Podemos entonces finalizar este capítulo afirmando que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
En la próxima entrega les estaremos ofreciendo mas detalles sobre los libros apócrifos...
Gracias por su participación en este blog.
Dios les bendiga grandemente
Pastor Douglas Camarillo
Con este término, Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, se designaron los libros no destinados al uso general de las masas, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la mayoría de la época, o porque se pensaba que contenían errores y herejías. El empleo de la palabra Libros apócrifos, dentro del cristianismo “Protestante”, solamente denota que estos libros no son canónicos ni inspirados por Dios, concepto que se remonta a Jerónimo y su vulgata latina.
La palabra apócrifo viene del latín “apocryphus”, y significa, Oculto, fabuloso, supuesto o fingido. Dicho de un libro “atribuido a un autor sagrado” que no está aceptado por la Iglesia. La palabra deuterocanónico, está formada por dos palabras: deutero, que significa: elemento prefijal que entra en la formación de palabras con el significado de: segundo; y canónico, que sabemos que significa vara de medir. Entonces deuterocanónicos significa: segundo canon.
Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte del canon de la Iglesia de Cristo. Cirilo de Jerusalén (381 dC) y Jerónimo (420 dC) fueron más explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo Testamento podían leerse para la edificación, pero no para confirmar la autoridad de los dogmas de la iglesia. Jerónimo los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la Biblia (la Vulgata), La cual le ordenó hacer el papa Dámaso 1ro, pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon hebreo.
En el siglo XVI Martín Lutero y otros reformadores emplearon el Antiguo Testamento hebreo, que no contenía los apócrifos. Conocían los puntos de vista de Jerónimo y de Cirilo de Jerusalén, y se alejaron de ciertas doctrinas “Tradiciones” y dogmas en que la iglesia de Roma basó el uso de los apócrifos, por ejemplo: En 2da Macabeos 12:1, ellos oran por las almas de los muertos; esto apoya la idea o concepto católico del purgatorio y contradice directamente la justificación por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, al reconocerlo como Señor y salvador de nuestras vidas, tal y como se explica en Romanos 10:9-10. Otro punto importante en destacar se encuentra en el apócrifo libro de Tobías 12:12, donde el ángel Rafael presenta las oraciones de Tobías y de Sara, a Dios. Este es un claro ejemplo de oración a una deidad, ángel, santo, virgen, estatua, etc., para que interceda por ellos ante el Señor, en lugar de orar directamente a Dios Padre tal como se explica en Mateo 6:6-13, y como se nos ha sido dado el derecho de ser llamados hijos de Dios en Juan 1:10-12.
En su versión alemana del Antiguo Testamento (1534), Martin Lutero juntó los apócrifos, dispersos a través de la Vulgata Latina, en una sola sección. Los colocó después del Antiguo Testamento y los encabezó con las siguientes palabras: Apócrifos: Libros que no son tenidos por iguales a la Sagrada Escritura, pero cuya lectura es útil y buena. Otras traducciones a las lenguas españolas, siguieron el ejemplo de Lutero. La primera de ellas, la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (1569). Frente a esta tendencia la iglesia de Roma decretó, en el Concilio de Trento (1546), que quienes no reconocieran como sagrados todos los libros de la Vulgata latina, estaban anatematizados y eran herejes dignos de pasar por la inquisición.
El canon católico contiene siete libros apócrifos, y algunas muy importantes variantes, omisiones y/o adiciones, en los libros de Ester y Daniel; aun cuando en la Vulgata Latina de Jerónimo, se incluían quince libros apócrifos, con la explicación que ya expresamos:
1.Primer libro de Esdras
2.Segundo libro de Esdras
3.Tobías
4.Judit
5.El libro de la Sabiduría
6.Eclesiástico o Sabiduría de Jesús (No confundir con Eclesiastés)
7.El hijo de Sirac
8.Baruc
9.La carta de Jeremías
10.La oración de Azarís y el cántico de los tres jóvenes
11.Susana
12.Bel y el dragón
13.La oración de Manasés
14.Primer libro de los Macabeos
15.Segundo libro de los Macabeos
De ésta lista de quince libros, solo tomaron siete que confirmaban y/o sostenían sus dogmas y tradiciones según el Concilio de Trento en 1546 dC. Los libros de Susana y el de Bel y el dragón, los adicionaron como los capítulos 13 y 14 en el libro de Daniel.
Libros apócrifos incluidos en la Biblia Católica:
1.Tobías
2.Judit
3.Sabiduría
4.Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5.Baruc
6.1ra Macabeos
7.2da Macabeos
Podemos entonces finalizar este capítulo afirmando que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
En la próxima entrega les estaremos ofreciendo mas detalles sobre los libros apócrifos...
Gracias por su participación en este blog.
Dios les bendiga grandemente
Pastor Douglas Camarillo
EL canon en el Antiguo Testamento y su orden cristiano
39 libros y sus capítulos:
Pentateuco (5):
Génesis 50
Éxodo 40
Levítico 27
Números 36
Deuteronomio 34
Históricos (12):
Josué 24
Jueces 21
Ruth 04
1ra Samuel 31
2da Samuel 24
1ra Reyes 22
2da Reyes 25
1ra Crónicas 29
2da Crónicas 36
Esdras 10
Nehemías 13
Ester 10
Poéticos (5):
Job 42
Salmos 150
Proverbios 31
Eclesiastés 12
Cantares 08
Profetas mayores (5):
Isaías 66
Jeremías 52
Lamentaciones 05
Ezequiel 48
Daniel 12
Profetas menores (12):
Óseas 14
Joel 03
Amós 09
Abdías 01
Jonás 04
Miqueas 07
Nahum 03
Habacuc 03
Sofonías 03
Hageo 02
Zacarías 14
Malaquías 04
En la próxima entrega les estaré hablando sobre el canon usado en la Iglesia tradicional...
Dios les bendiga grandemente
pastor Douglas Camarillo
Pentateuco (5):
Génesis 50
Éxodo 40
Levítico 27
Números 36
Deuteronomio 34
Históricos (12):
Josué 24
Jueces 21
Ruth 04
1ra Samuel 31
2da Samuel 24
1ra Reyes 22
2da Reyes 25
1ra Crónicas 29
2da Crónicas 36
Esdras 10
Nehemías 13
Ester 10
Poéticos (5):
Job 42
Salmos 150
Proverbios 31
Eclesiastés 12
Cantares 08
Profetas mayores (5):
Isaías 66
Jeremías 52
Lamentaciones 05
Ezequiel 48
Daniel 12
Profetas menores (12):
Óseas 14
Joel 03
Amós 09
Abdías 01
Jonás 04
Miqueas 07
Nahum 03
Habacuc 03
Sofonías 03
Hageo 02
Zacarías 14
Malaquías 04
En la próxima entrega les estaré hablando sobre el canon usado en la Iglesia tradicional...
Dios les bendiga grandemente
pastor Douglas Camarillo
El canon en el Antiguo Testamento, y su orden hebreo
El Tanakh, libros que comprenden la ley, los profetas y los escritos, contiene los mismos 39 libros del antiguo testamento aceptado por el cristianismo, pero ordenados en tres secciones y en 24 libros; a diferencia de los nuestros que están ordenados en cinco secciones:
1.La ley (Pentateuco
2.Historia (Josué a Ester)
3.Poesía y sabiduría (Job-Cantares)
4.Profetas mayores (Isaías a Daniel)
5.Profetas menores (Oseas a Malaquías)
La forma como están ordenados los 24 libros en el Tanakh, es:
1.La Ley (5 libros): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
2.Los Profetas (8 libros)
2a.Primeros profetas, o anteriores: Josué, Jueces, Samuel y Reyes.
2b.Profetas posteriores, Los mayores: Isaías, Jeremías y Ezequiel. Los menores, los doce establecidos en el orden que siguió la Vulgata Latina: Óseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.
3.Los Salmos o Escritos (11 libros)
3a.Poéticos: Salmos, Proverbios, Job.
3b.Los cinco rollos: Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester.
3c.Tres libros históricos: Daniel, Esdras-Nehemías, Crónicas.
El contenido de este canon es el que nosotros conocemos y que figura en nuestras biblias actuales y cuyo original viene de los textos masoréticos. Solamente cambia su distribución y agrupación. Así los judíos contaban los dos libros de Reyes y de Crónicas, como una unidad, como también Esdras y Nehemías, que en nuestras ediciones tenemos como libros individuales.
La triple división del Tanakh, o canon hebreo, correspondía al parecer a la posición de sus autores y dependía también del uso litúrgico en el Templo. Los primeros cinco libros fueron escritos por Moisés. El fue el gran legislador hebreo, el primer profeta del pueblo de Israel. Los autores de la segunda división eran hombres que desempeñaban el oficio profético, para lo cual poseyeron el don de la profecía. Y los autores de la sección tercera eran siervos de Dios que tuvieron el don, pero no el oficio de profetas; es decir, hombres inspirados por Dios por lo importante de sus llamados, pero no profetas de oficio (David, Daniel, Salomón, etc.).
Esto es todo por los momentos, no se pierdan las próximas entregas..., las cuales juntas y ordenadas forman una gran entrega del Canon Bíblico.
Dios les bendiga grande y ricamente
Pastor Douglas Camarillo
1.La ley (Pentateuco
2.Historia (Josué a Ester)
3.Poesía y sabiduría (Job-Cantares)
4.Profetas mayores (Isaías a Daniel)
5.Profetas menores (Oseas a Malaquías)
La forma como están ordenados los 24 libros en el Tanakh, es:
1.La Ley (5 libros): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
2.Los Profetas (8 libros)
2a.Primeros profetas, o anteriores: Josué, Jueces, Samuel y Reyes.
2b.Profetas posteriores, Los mayores: Isaías, Jeremías y Ezequiel. Los menores, los doce establecidos en el orden que siguió la Vulgata Latina: Óseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.
3.Los Salmos o Escritos (11 libros)
3a.Poéticos: Salmos, Proverbios, Job.
3b.Los cinco rollos: Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester.
3c.Tres libros históricos: Daniel, Esdras-Nehemías, Crónicas.
El contenido de este canon es el que nosotros conocemos y que figura en nuestras biblias actuales y cuyo original viene de los textos masoréticos. Solamente cambia su distribución y agrupación. Así los judíos contaban los dos libros de Reyes y de Crónicas, como una unidad, como también Esdras y Nehemías, que en nuestras ediciones tenemos como libros individuales.
La triple división del Tanakh, o canon hebreo, correspondía al parecer a la posición de sus autores y dependía también del uso litúrgico en el Templo. Los primeros cinco libros fueron escritos por Moisés. El fue el gran legislador hebreo, el primer profeta del pueblo de Israel. Los autores de la segunda división eran hombres que desempeñaban el oficio profético, para lo cual poseyeron el don de la profecía. Y los autores de la sección tercera eran siervos de Dios que tuvieron el don, pero no el oficio de profetas; es decir, hombres inspirados por Dios por lo importante de sus llamados, pero no profetas de oficio (David, Daniel, Salomón, etc.).
Esto es todo por los momentos, no se pierdan las próximas entregas..., las cuales juntas y ordenadas forman una gran entrega del Canon Bíblico.
Dios les bendiga grande y ricamente
Pastor Douglas Camarillo
El Canon en el antiguo testamento
El testimonio que Cristo Jesús nos dejó en sus palabras definió y consolido, definitivamente al canon hebreo, o cuerpo de los escritos del Tanakh. La aceptación de estos libros y su orden, consolidó la aprobación de los mismos por la incipiente Iglesia cristiana.
Juan 10:35.
“…La escritura no puede ser quebrantada”
En el libro de Lucas, Jesús reconoce las tres divisiones principales del canon hebreo.
Lucas 24:44
Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
El antiguo testamento actual está compuesto por el orden canónico fijado en la asamblea que se celebró en Jamnia, Palestina, hacia los inicios del comienzo de la era cristiana, en el 90 dC.
Para este tema de la canonicidad del antiguo testamento existen dos grandes líneas del pensamiento al respecto del canon hebreo, la teoría tradicional o conservadora, y los relacionistas de alta crítica, o liberales. Estos últimos sostienen, entre otras cosas, que la ley fue canonizada en el 444 aC, los profetas 200 años después, y los escritos alrededor del 165-100 aC. Así mismo aseveran que el agrupar estos libros en tres grandes secciones: Ley, profetas y escritos; responde a una mera cuestión cronológica.
Historiadores así lo confirman:
“El testimonio de Josefo indica que el canon hebreo ya se había aprobado hace mucho tiempo, por el uso de los libros inspirados. Bruce Metzger en su libro: An introduction to the apócrifa (Una introducción a los apócrifos), p. 8, asevera que la asamblea de Jamnia meramente ratificó lo que la mayoría de las almas sensibles espiritualmente del judaísmo ya habían acostumbrado a considerar como escritura santa”. (Extracto tomado de la Página 99 del libro: Teología Evangélica, por Pablo Hoff)
Espero que el Señor los esté bendiciendo, tal como lo hizo conmigo, al caminar por estas páginas de la historia de nuestra Iglesia, fe, y de nuestra biblia.
Dios les bendiga grandemente.-
Pastor Douglas Camarillo
Juan 10:35.
“…La escritura no puede ser quebrantada”
En el libro de Lucas, Jesús reconoce las tres divisiones principales del canon hebreo.
Lucas 24:44
Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
El antiguo testamento actual está compuesto por el orden canónico fijado en la asamblea que se celebró en Jamnia, Palestina, hacia los inicios del comienzo de la era cristiana, en el 90 dC.
Para este tema de la canonicidad del antiguo testamento existen dos grandes líneas del pensamiento al respecto del canon hebreo, la teoría tradicional o conservadora, y los relacionistas de alta crítica, o liberales. Estos últimos sostienen, entre otras cosas, que la ley fue canonizada en el 444 aC, los profetas 200 años después, y los escritos alrededor del 165-100 aC. Así mismo aseveran que el agrupar estos libros en tres grandes secciones: Ley, profetas y escritos; responde a una mera cuestión cronológica.
Historiadores así lo confirman:
“El testimonio de Josefo indica que el canon hebreo ya se había aprobado hace mucho tiempo, por el uso de los libros inspirados. Bruce Metzger en su libro: An introduction to the apócrifa (Una introducción a los apócrifos), p. 8, asevera que la asamblea de Jamnia meramente ratificó lo que la mayoría de las almas sensibles espiritualmente del judaísmo ya habían acostumbrado a considerar como escritura santa”. (Extracto tomado de la Página 99 del libro: Teología Evangélica, por Pablo Hoff)
Espero que el Señor los esté bendiciendo, tal como lo hizo conmigo, al caminar por estas páginas de la historia de nuestra Iglesia, fe, y de nuestra biblia.
Dios les bendiga grandemente.-
Pastor Douglas Camarillo
21 de abril de 2011
El canon bíblico "Desarrollo 5"
Libros apócrifos incluidos en la Biblia Católica:
1.Tobías
2.Judit
3.Sabiduría
4.Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5.Baruc
6.1ra Macabeos
7.2da Macabeos
Podemos entonces afirmar que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
Notas importantes sobre los libros apócrifos
A)No formaron parte nunca del canon judío. Pablo afirma que los judíos fueron los depositarios de la Revelación (Romanos 3:2) y el suyo es, por tanto, el canon válido. No existe ni un solo ejemplar del Antiguo Testamento editado en hebreo que contenga los apócrifos.
B)Los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el Nuevo Testamento, tal como se puede evidenciar al leerlo. Según lo reconoce el Diccionario de la Biblia de Herder (Diccionario católico, artículo: Canon del A.T., p. 269)
C)Josefo, el gran historiador judío, testifica que los apócrifos no se hallaban en el canon judío.
D)Filón, el gran filósofo judío de Alejandría y la comunidad judía alejandrina de habla griega (que solía usar la versión de los Setenta) no consideraron, ni usaron jamás, los apócrifos como Sagrada Escritura.
E)No encontramos los apócrifos en ningún catálogo de libros canónicos reconocidos por la Iglesia en sus primeros cuatro siglos de existencia.
F)Los más ilustres Padres de la Iglesia rechazaron categóricamente los apócrifos: Melitón, Atanasio, Jerónimo, Cirilo, Rufino.
G)La versión de los Setenta fue una edición compuesta por motivos culturales, no religiosos. Tolomeo II Filadelfo quería reunir en la famosa biblioteca de Alejandría la sabiduría de todo el mundo antiguo y mandó ordenar la traducción al griego de todos los libros existentes en hebreo o escritos por los hebreos, de modo que pudiera disponer de todo el acervo cultural judío. Fue traducido todo este material por judíos alejandrinos alrededor del año 280 a.C.
H)Los mismos libros apócrifos delatan no ser de inspiración divina. Por ejemplo, los libros de los Macabeos, que tienen un cierto e indudable interés y aun en ocasiones un evidente valor histórico, renuncian a toda pretensión de inspiración (2 Macabeos 15:39).
I)Los apócrifos enseñan doctrinas contrarias a otras enseñanzas bíblicas (Sabiduría 10:1-4 compárese con Génesis 6:5-7); dejan sentir la influencia pagana sobre sus autores, pues toleran la salvación por obras, los encantamientos mágicos, las oraciones por los muertos, etc.
J)Casi todos los apócrifos fueron escritos mucho después de que se hubiera cerrado el tiempo del canon del Antiguo Testamento, que duró hasta Malaquías. Sus autores no pueden ser profetas, ni tener el oficio profético, ni ser, por tanto, inspirados. 1 Macabeos 3:46-49 demuestra que Israel, después de Malaquías, se regía por el Libro de la ley, y en 1 Macabeos 9:27 se confiesa claramente que Israel vivía en una época “desde el tiempo en que no había entre ellos profetas”.
K)Las Iglesias Evangélicas, al rechazar la apócrifa, siguen fieles a la norma que rigió la historia de Israel y la Iglesia Primitiva.
L)Una edición completa de la apócrifa admitida por la Iglesia romana se puede encontrar en cualquier versión de la Biblia católica romana. La versión católica Nácar-Colunga, tiene cuidado en deslindar y advertir cuándo comienza y acaba el texto, y expresa: “deuterocanónico” en oposición al canónico.
M)Uno de los manuscritos más antiguos del Antiguo y Nuevo Testamento, según la opinión de muchos eruditos, uno de los más valiosos, es el CÓDICE VATICANO o Código Vaticano, escrito probablemente en Egipto a mediados del siglo IV. Este manuscrito, que se guarda en la Biblioteca Vaticana (como mínimo desde 1481), es de extraordinaria perfección, escrito en caracteres unciales y por una sola mano. Tiene una altura y anchura de 27 cm. y cuenta con 759 hojas, de ellas 617 para el Antiguo Testamento y 142 para el Nuevo. Lo notable es que en él jamás han figurado los libros de los Macabeos.
Espero que hayan disfrutado esta enseñanza sobre los apócrifos.-
Dios les bendiga rica y poderosamente
Pastor Douglas Camarillo
1.Tobías
2.Judit
3.Sabiduría
4.Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5.Baruc
6.1ra Macabeos
7.2da Macabeos
Podemos entonces afirmar que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
Notas importantes sobre los libros apócrifos
A)No formaron parte nunca del canon judío. Pablo afirma que los judíos fueron los depositarios de la Revelación (Romanos 3:2) y el suyo es, por tanto, el canon válido. No existe ni un solo ejemplar del Antiguo Testamento editado en hebreo que contenga los apócrifos.
B)Los libros apócrifos no son citados nunca por el Señor ni por sus apóstoles en el Nuevo Testamento, tal como se puede evidenciar al leerlo. Según lo reconoce el Diccionario de la Biblia de Herder (Diccionario católico, artículo: Canon del A.T., p. 269)
C)Josefo, el gran historiador judío, testifica que los apócrifos no se hallaban en el canon judío.
D)Filón, el gran filósofo judío de Alejandría y la comunidad judía alejandrina de habla griega (que solía usar la versión de los Setenta) no consideraron, ni usaron jamás, los apócrifos como Sagrada Escritura.
E)No encontramos los apócrifos en ningún catálogo de libros canónicos reconocidos por la Iglesia en sus primeros cuatro siglos de existencia.
F)Los más ilustres Padres de la Iglesia rechazaron categóricamente los apócrifos: Melitón, Atanasio, Jerónimo, Cirilo, Rufino.
G)La versión de los Setenta fue una edición compuesta por motivos culturales, no religiosos. Tolomeo II Filadelfo quería reunir en la famosa biblioteca de Alejandría la sabiduría de todo el mundo antiguo y mandó ordenar la traducción al griego de todos los libros existentes en hebreo o escritos por los hebreos, de modo que pudiera disponer de todo el acervo cultural judío. Fue traducido todo este material por judíos alejandrinos alrededor del año 280 a.C.
H)Los mismos libros apócrifos delatan no ser de inspiración divina. Por ejemplo, los libros de los Macabeos, que tienen un cierto e indudable interés y aun en ocasiones un evidente valor histórico, renuncian a toda pretensión de inspiración (2 Macabeos 15:39).
I)Los apócrifos enseñan doctrinas contrarias a otras enseñanzas bíblicas (Sabiduría 10:1-4 compárese con Génesis 6:5-7); dejan sentir la influencia pagana sobre sus autores, pues toleran la salvación por obras, los encantamientos mágicos, las oraciones por los muertos, etc.
J)Casi todos los apócrifos fueron escritos mucho después de que se hubiera cerrado el tiempo del canon del Antiguo Testamento, que duró hasta Malaquías. Sus autores no pueden ser profetas, ni tener el oficio profético, ni ser, por tanto, inspirados. 1 Macabeos 3:46-49 demuestra que Israel, después de Malaquías, se regía por el Libro de la ley, y en 1 Macabeos 9:27 se confiesa claramente que Israel vivía en una época “desde el tiempo en que no había entre ellos profetas”.
K)Las Iglesias Evangélicas, al rechazar la apócrifa, siguen fieles a la norma que rigió la historia de Israel y la Iglesia Primitiva.
L)Una edición completa de la apócrifa admitida por la Iglesia romana se puede encontrar en cualquier versión de la Biblia católica romana. La versión católica Nácar-Colunga, tiene cuidado en deslindar y advertir cuándo comienza y acaba el texto, y expresa: “deuterocanónico” en oposición al canónico.
M)Uno de los manuscritos más antiguos del Antiguo y Nuevo Testamento, según la opinión de muchos eruditos, uno de los más valiosos, es el CÓDICE VATICANO o Código Vaticano, escrito probablemente en Egipto a mediados del siglo IV. Este manuscrito, que se guarda en la Biblioteca Vaticana (como mínimo desde 1481), es de extraordinaria perfección, escrito en caracteres unciales y por una sola mano. Tiene una altura y anchura de 27 cm. y cuenta con 759 hojas, de ellas 617 para el Antiguo Testamento y 142 para el Nuevo. Lo notable es que en él jamás han figurado los libros de los Macabeos.
Espero que hayan disfrutado esta enseñanza sobre los apócrifos.-
Dios les bendiga rica y poderosamente
Pastor Douglas Camarillo
9 de abril de 2011
El canon bíblico "Desarrollo 4"
El Canon en la Iglesia Católica
Antes de comenzar este tópico se hace necesario conocer el concepto de Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, por cuanto a estos libros la Iglesia católica los reconoce como validos e inspirados por Dios.
Con este término, Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, se designaron los libros no destinados al uso general de las masas, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la mayoría de la época, o porque se pensaba que contenían errores y herejías. El empleo de la palabra Libros apócrifos, dentro del cristianismo “Protestante”, solamente denota que estos libros no son canónicos ni inspirados por Dios, concepto que se remonta a Jerónimo y su vulgata latina.
La palabra apócrifo viene del latín “apocryphus”, y significa, Oculto, fabuloso, supuesto o fingido. Dicho de un libro “atribuido a un autor sagrado” que no está aceptado por la Iglesia. La palabra deuterocanónico, está formada por dos palabras: deutero, que significa: elemento prefijal que entra en la formación de palabras con el significado de: segundo; y canónico, que sabemos que significa vara de medir. Entonces deuterocanónicos significa: segundo canon.
Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte del canon de la Iglesia de Cristo. Cirilo de Jerusalén (381 dC) y Jerónimo (420 dC) fueron más explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo Testamento podían leerse para la edificación, pero no para confirmar la autoridad de los dogmas de la iglesia. Jerónimo los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la Biblia (la Vulgata), La cual le ordenó hacer el papa Dámaso 1ro, pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon hebreo.
En el siglo XVI Martín Lutero y otros reformadores emplearon el Antiguo Testamento hebreo, que no contenía los apócrifos. Conocían los puntos de vista de Jerónimo y de Cirilo de Jerusalén, y se alejaron de ciertas doctrinas “Tradiciones” y dogmas en que la iglesia de Roma basó el uso de los apócrifos, por ejemplo: En 2da Macabeos 12:1, ellos oran por las almas de los muertos; esto apoya la idea o concepto católico del purgatorio y contradice directamente la justificación por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, al reconocerlo como Señor y salvador de nuestras vidas, tal y como se explica en Romanos 10:9-10. Otro punto importante en destacar se encuentra en el apócrifo libro de Tobías 12:12, donde el ángel Rafael presenta las oraciones de Tobías y de Sara, a Dios. Este es un claro ejemplo de oración a una deidad, ángel, santo, virgen, estatua, etc., para que interceda por ellos ante el Señor, en lugar de orar directamente a Dios Padre tal como se explica en Mateo 6:6-13, y como se nos ha sido dado el derecho de ser llamados hijos de Dios en Juan 1:10-12.
En su versión alemana del Antiguo Testamento (1534), Martin Lutero juntó los apócrifos, dispersos a través de la Vulgata Latina, en una sola sección. Los colocó después del Antiguo Testamento y los encabezó con las siguientes palabras: Apócrifos: Libros que no son tenidos por iguales a la Sagrada Escritura, pero cuya lectura es útil y buena. Otras traducciones a las lenguas españolas, siguieron el ejemplo de Lutero. La primera de ellas, la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (1569). Frente a esta tendencia la iglesia de Roma decretó, en el Concilio de Trento (1546), que quienes no reconocieran como sagrados todos los libros de la Vulgata latina, estaban anatematizados y eran herejes dignos de pasar por la inquisición.
El canon católico contiene siete libros apócrifos, y algunas muy importantes variantes, omisiones y/o adiciones, en los libros de Ester y Daniel; aun cuando en la Vulgata Latina de Jerónimo, se incluían quince libros apócrifos, con la explicación que ya expresamos:
1. Primer libro de Esdras
2. Segundo libro de Esdras
3. Tobías
4. Judit
5. El libro de la Sabiduría
6. Eclesiástico o Sabiduría de Jesús (No confundir con Eclesiastés)
7. El hijo de Sirac
8. Baruc
9. La carta de Jeremías
10. La oración de Azarís y el cántico de los tres jóvenes
11. Susana
12. Bel y el dragón
13. La oración de Manasés
14. Primer libro de los Macabeos
15. Segundo libro de los Macabeos
De ésta lista de quince libros, solo tomaron siete que confirmaban y/o sostenían sus dogmas y tradiciones según el Concilio de Trento en 1546 dC. Los libros de Susana y el de Bel y el dragón, los adicionaron como los capítulos 13 y 14 en el libro de Daniel.
Libros apócrifos incluidos en la Biblia Católica:
1. Tobías
2. Judit
3. Sabiduría
4. Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5. Baruc
6. 1ra Macabeos
7. 2da Macabeos
Podemos entonces finalizar este capítulo afirmando que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
En la próxima entrega les estaremos ofreciendo mas detalles sobre los libros apócrifos...
Gracias por su participación en este blog.
Dios les bendiga grandemente
Pastor Douglas Camarillo
Antes de comenzar este tópico se hace necesario conocer el concepto de Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, por cuanto a estos libros la Iglesia católica los reconoce como validos e inspirados por Dios.
Con este término, Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, se designaron los libros no destinados al uso general de las masas, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la mayoría de la época, o porque se pensaba que contenían errores y herejías. El empleo de la palabra Libros apócrifos, dentro del cristianismo “Protestante”, solamente denota que estos libros no son canónicos ni inspirados por Dios, concepto que se remonta a Jerónimo y su vulgata latina.
La palabra apócrifo viene del latín “apocryphus”, y significa, Oculto, fabuloso, supuesto o fingido. Dicho de un libro “atribuido a un autor sagrado” que no está aceptado por la Iglesia. La palabra deuterocanónico, está formada por dos palabras: deutero, que significa: elemento prefijal que entra en la formación de palabras con el significado de: segundo; y canónico, que sabemos que significa vara de medir. Entonces deuterocanónicos significa: segundo canon.
Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte del canon de la Iglesia de Cristo. Cirilo de Jerusalén (381 dC) y Jerónimo (420 dC) fueron más explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo Testamento podían leerse para la edificación, pero no para confirmar la autoridad de los dogmas de la iglesia. Jerónimo los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la Biblia (la Vulgata), La cual le ordenó hacer el papa Dámaso 1ro, pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon hebreo.
En el siglo XVI Martín Lutero y otros reformadores emplearon el Antiguo Testamento hebreo, que no contenía los apócrifos. Conocían los puntos de vista de Jerónimo y de Cirilo de Jerusalén, y se alejaron de ciertas doctrinas “Tradiciones” y dogmas en que la iglesia de Roma basó el uso de los apócrifos, por ejemplo: En 2da Macabeos 12:1, ellos oran por las almas de los muertos; esto apoya la idea o concepto católico del purgatorio y contradice directamente la justificación por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, al reconocerlo como Señor y salvador de nuestras vidas, tal y como se explica en Romanos 10:9-10. Otro punto importante en destacar se encuentra en el apócrifo libro de Tobías 12:12, donde el ángel Rafael presenta las oraciones de Tobías y de Sara, a Dios. Este es un claro ejemplo de oración a una deidad, ángel, santo, virgen, estatua, etc., para que interceda por ellos ante el Señor, en lugar de orar directamente a Dios Padre tal como se explica en Mateo 6:6-13, y como se nos ha sido dado el derecho de ser llamados hijos de Dios en Juan 1:10-12.
En su versión alemana del Antiguo Testamento (1534), Martin Lutero juntó los apócrifos, dispersos a través de la Vulgata Latina, en una sola sección. Los colocó después del Antiguo Testamento y los encabezó con las siguientes palabras: Apócrifos: Libros que no son tenidos por iguales a la Sagrada Escritura, pero cuya lectura es útil y buena. Otras traducciones a las lenguas españolas, siguieron el ejemplo de Lutero. La primera de ellas, la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (1569). Frente a esta tendencia la iglesia de Roma decretó, en el Concilio de Trento (1546), que quienes no reconocieran como sagrados todos los libros de la Vulgata latina, estaban anatematizados y eran herejes dignos de pasar por la inquisición.
El canon católico contiene siete libros apócrifos, y algunas muy importantes variantes, omisiones y/o adiciones, en los libros de Ester y Daniel; aun cuando en la Vulgata Latina de Jerónimo, se incluían quince libros apócrifos, con la explicación que ya expresamos:
1. Primer libro de Esdras
2. Segundo libro de Esdras
3. Tobías
4. Judit
5. El libro de la Sabiduría
6. Eclesiástico o Sabiduría de Jesús (No confundir con Eclesiastés)
7. El hijo de Sirac
8. Baruc
9. La carta de Jeremías
10. La oración de Azarís y el cántico de los tres jóvenes
11. Susana
12. Bel y el dragón
13. La oración de Manasés
14. Primer libro de los Macabeos
15. Segundo libro de los Macabeos
De ésta lista de quince libros, solo tomaron siete que confirmaban y/o sostenían sus dogmas y tradiciones según el Concilio de Trento en 1546 dC. Los libros de Susana y el de Bel y el dragón, los adicionaron como los capítulos 13 y 14 en el libro de Daniel.
Libros apócrifos incluidos en la Biblia Católica:
1. Tobías
2. Judit
3. Sabiduría
4. Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5. Baruc
6. 1ra Macabeos
7. 2da Macabeos
Podemos entonces finalizar este capítulo afirmando que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.
En la próxima entrega les estaremos ofreciendo mas detalles sobre los libros apócrifos...
Gracias por su participación en este blog.
Dios les bendiga grandemente
Pastor Douglas Camarillo
4 de abril de 2011
El canon bíblico "Desarrollo 3"
EL canon en el Antiguo Testamento y su orden cristiano
39 libros y sus capítulos:
Pentateuco (5):
Génesis 50
Éxodo 40
Levítico 27
Números 36
Deuteronomio 34
Históricos (12):
Josué 24
Jueces 21
Ruth 04
1ra Samuel 31
2da Samuel 24
1ra Reyes 22
2da Reyes 25
1ra Crónicas 29
2da Crónicas 36
Esdras 10
Nehemías 13
Ester 10
Poéticos (5):
Job 42
Salmos 150
Proverbios 31
Eclesiastés 12
Cantares 08
Profetas mayores (5):
Isaías 66
Jeremías 52
Lamentaciones 05
Ezequiel 48
Daniel 12
Profetas menores (12):
Óseas 14
Joel 03
Amós 09
Abdías 01
Jonás 04
Miqueas 07
Nahum 03
Habacuc 03
Sofonías 03
Hageo 02
Zacarías 14
Malaquías 04
En la próxima entrega les estaré hablando sobre el canon usado en la Iglesia tradicional...
Dios les bendiga grandemente
pastor Douglas Camarillo
39 libros y sus capítulos:
Pentateuco (5):
Génesis 50
Éxodo 40
Levítico 27
Números 36
Deuteronomio 34
Históricos (12):
Josué 24
Jueces 21
Ruth 04
1ra Samuel 31
2da Samuel 24
1ra Reyes 22
2da Reyes 25
1ra Crónicas 29
2da Crónicas 36
Esdras 10
Nehemías 13
Ester 10
Poéticos (5):
Job 42
Salmos 150
Proverbios 31
Eclesiastés 12
Cantares 08
Profetas mayores (5):
Isaías 66
Jeremías 52
Lamentaciones 05
Ezequiel 48
Daniel 12
Profetas menores (12):
Óseas 14
Joel 03
Amós 09
Abdías 01
Jonás 04
Miqueas 07
Nahum 03
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