9 de abril de 2011

El canon bíblico "Desarrollo 4"

El Canon en la Iglesia Católica
Antes de comenzar este tópico se hace necesario conocer el concepto de Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, por cuanto a estos libros la Iglesia católica los reconoce como validos e inspirados por Dios.

Con este término, Libros apócrifos y/o deuterocanónicos, se designaron los libros no destinados al uso general de las masas, porque se consideraba que contenían verdades demasiado profundas para la mayoría de la época, o porque se pensaba que contenían errores y herejías. El empleo de la palabra Libros apócrifos, dentro del cristianismo “Protestante”, solamente denota que estos libros no son canónicos ni inspirados por Dios, concepto que se remonta a Jerónimo y su vulgata latina.

La palabra apócrifo viene del latín “apocryphus”, y significa, Oculto, fabuloso, supuesto o fingido. Dicho de un libro “atribuido a un autor sagrado” que no está aceptado por la Iglesia. La palabra deuterocanónico, está formada por dos palabras: deutero, que significa: elemento prefijal que entra en la formación de palabras con el significado de: segundo; y canónico, que sabemos que significa vara de medir. Entonces deuterocanónicos significa: segundo canon.

Muchos padres de la iglesia antigua citaron estos libros sin reconocerlos como parte del canon de la Iglesia de Cristo. Cirilo de Jerusalén (381 dC) y Jerónimo (420 dC) fueron más explícitos en distinguir los apócrifos de los libros canónicos del Antiguo Testamento. En su prólogo a los libros de Salomón, Jerónimo apunta que los apócrifos del Antiguo Testamento podían leerse para la edificación, pero no para confirmar la autoridad de los dogmas de la iglesia. Jerónimo los incluyó en el Antiguo Testamento de su versión latina de la Biblia (la Vulgata), La cual le ordenó hacer el papa Dámaso 1ro, pero señaló en los prólogos los libros que no se hallaban en el canon hebreo.

En el siglo XVI Martín Lutero y otros reformadores emplearon el Antiguo Testamento hebreo, que no contenía los apócrifos. Conocían los puntos de vista de Jerónimo y de Cirilo de Jerusalén, y se alejaron de ciertas doctrinas “Tradiciones” y dogmas en que la iglesia de Roma basó el uso de los apócrifos, por ejemplo: En 2da Macabeos 12:1, ellos oran por las almas de los muertos; esto apoya la idea o concepto católico del purgatorio y contradice directamente la justificación por la fe en la muerte y resurrección de Cristo, al reconocerlo como Señor y salvador de nuestras vidas, tal y como se explica en Romanos 10:9-10. Otro punto importante en destacar se encuentra en el apócrifo libro de Tobías 12:12, donde el ángel Rafael presenta las oraciones de Tobías y de Sara, a Dios. Este es un claro ejemplo de oración a una deidad, ángel, santo, virgen, estatua, etc., para que interceda por ellos ante el Señor, en lugar de orar directamente a Dios Padre tal como se explica en Mateo 6:6-13, y como se nos ha sido dado el derecho de ser llamados hijos de Dios en Juan 1:10-12.

En su versión alemana del Antiguo Testamento (1534), Martin Lutero juntó los apócrifos, dispersos a través de la Vulgata Latina, en una sola sección. Los colocó después del Antiguo Testamento y los encabezó con las siguientes palabras: Apócrifos: Libros que no son tenidos por iguales a la Sagrada Escritura, pero cuya lectura es útil y buena. Otras traducciones a las lenguas españolas, siguieron el ejemplo de Lutero. La primera de ellas, la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (1569). Frente a esta tendencia la iglesia de Roma decretó, en el Concilio de Trento (1546), que quienes no reconocieran como sagrados todos los libros de la Vulgata latina, estaban anatematizados y eran herejes dignos de pasar por la inquisición.

El canon católico contiene siete libros apócrifos, y algunas muy importantes variantes, omisiones y/o adiciones, en los libros de Ester y Daniel; aun cuando en la Vulgata Latina de Jerónimo, se incluían quince libros apócrifos, con la explicación que ya expresamos:
1. Primer libro de Esdras
2. Segundo libro de Esdras
3. Tobías
4. Judit
5. El libro de la Sabiduría
6. Eclesiástico o Sabiduría de Jesús (No confundir con Eclesiastés)
7. El hijo de Sirac
8. Baruc
9. La carta de Jeremías
10. La oración de Azarís y el cántico de los tres jóvenes
11. Susana
12. Bel y el dragón
13. La oración de Manasés
14. Primer libro de los Macabeos
15. Segundo libro de los Macabeos

De ésta lista de quince libros, solo tomaron siete que confirmaban y/o sostenían sus dogmas y tradiciones según el Concilio de Trento en 1546 dC. Los libros de Susana y el de Bel y el dragón, los adicionaron como los capítulos 13 y 14 en el libro de Daniel.


Libros apócrifos incluidos en la Biblia Católica:

1. Tobías
2. Judit
3. Sabiduría
4. Eclesiástico (No confundir con Eclesiastés)
5. Baruc
6. 1ra Macabeos
7. 2da Macabeos

Podemos entonces finalizar este capítulo afirmando que el canon católico contiene los 66 libros incluidos en el canon del cristianismo en general, más estos siete libros y adiciones descritas con anterioridad.

En la próxima entrega les estaremos ofreciendo mas detalles sobre los libros apócrifos...

Gracias por su participación en este blog.

Dios les bendiga grandemente
Pastor Douglas Camarillo

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